jueves, 26 de agosto de 2010

En el Olimpo la carne es mejor.

Para vos:

De pronto tu sudor me alimenta,

Tu saliva cura las tragedias de mi piel

Y los resoplidos dan ritmo a la melodía.


Sos vino que embriaga mis deseos,

Nos retamos a duelo y ambos vencemos…

Bailemos, deliremos, la agonía es corta.


Los cuerpos, en misión suicida,

Se buscan ciegos al calor de las lenguas,

Invasiones indultas, lamentos derramados.


Sos batuta en la sinfonía de alientos,

Ni Schubert ni Händel ni Bach,

Ninguno podría si acaso sentir

Nuestras existencias en lascivia sideral.


¡Oh! cuerdos pobres, inocuos castrados,

Esta es la oda de nuestra ambrosía,

Este es el réquiem de vuestra certeza.

Andrés Bastardo Grenouille