Se te olvidó
Alucinada agonía, entre pasos perdidos,
Existencia abyecta, inerme, soez,
Soy criatura ingrávida, de torpe vuelo,
Y voy flotando por ahí, sin voluntad,
Sin aires cálidos que me empujen,
Sin sentirme vivo y sin poder morir...
Se te olvidó que al salir de mi habitación
Debías correr las cortinas y matar al sol,
Debías recoger tu aroma y cerrar mis ojos
Que hoy se derriten sobre un retrato frío…
Se te olvidó asegurarte de mi muerte,
Una puñalada dulce entre las costillas,
Un tiro de gracia justo en la frente…
Si querías librarte de mi angustiosa voz,
Debiste asfixiarme con tus manos infieles,
En vez de cercenarme con tus besos vacuos.
Andrés Bastardo Grenouille
(El cadáver)