Amor mío:
Me
puedo valer del lenguaje,
Mazacote
de mutaciones amorfas del sentir.
Me
puedo valer de fono-cosas,
De
silbidos masticados y lamidos,
De
respiraciones fracturadas…
Pero
es oficio terco e infructuoso,
Cuota
de una deuda eterna,
Un
intento siempre pobre,
Múltiples
efectos de una sola verdad.
Por
eso es mejor que te invite,
Mi amado
alquimista,
A
callar la bulla torpe con un beso
Y
dejarnos embargar por el silencio cierto
Y no
existir más, sólo ser beso
Y
silencio y vos y yo y nada.
A. B. G.
Tú devoto.