Odiada amada mía
Ahí sigues, maldita,
Hermosa y desquiciada.
Ahí sigues tirada en el suelo,
Drogada hasta las pestañas,
Pidiendo que te penetre, pero sin besos.
Tu embriagante hedor a pus,
Que se concentra entre tus piernas,
Levita sobre la cama manchada de agonía.
Ésa esencia nauseabunda
Prólogo de mi llanto.
Me dan asco tus abrazos,
Tus caricias insolentes
Y tus dedos largos y morbosos,
Siempre masturbando la herida
Que tengo entre las costillas,
Que se inflama y supura bajo tus largos dedos.
Qué desgraciada eres
Odiada amada mía,
Con tu sexo sucio y ambiguo,
Tu bello rostro entre cabellos afilados
Y esas cicatrices que te provocas…
Qué malparida eres, toda plana y muda.
Cómo te odio, maldita,
Cuando en las noches pegas tu espalda a la mía
Y espías mis sollozos.
Sólo me queda escribir.
Andrés Grenouille, el Bastardo.
A esto le llamo yo dureza poética.
ResponderEliminarHe llorado por tí, querido amigo...ahora se cuál es tu desdicha.
ResponderEliminarYo he visto de cerca su cara, vi cómo ella atrapó a uno de mis seres más queridos y puedo apreciar cómo te abraza con su amor destructivo.
Sigo llorando por tí y no puedo parar.
Solo me resta decirte que no hay lugar a dónde puedas escaparte. El mejor lugar y libertad está adentro tuyo. Si lo encuentras y resistes, podrás salvarte.
Sigue escribiendo porque el arte es sanador. Y porque tu arte me sana.
Besos de miel...Any
Creemos la muerte como un fin puntual de lo que llamamos vida, en realidad son la misma cosa... un proceso lentísimo de putrefacción irremediable.
ResponderEliminarNo es irremediable, creéme...solo hace falta querer respirar el olor fresco de la libertad. Vuelvo a decirte: el poder está dentro de tí y los puentes están extendidos. Como el mejor de los equilibristas, el más lúcido de los ciegos y el más tierno de los amantes, solo tienes que adentrarte en su sostén...besos...Any
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