No quiero cambiar las plumas te tus alas,
Quiero señalarte dónde está el hollín que
dejaron en ellas las paredes de tu infierno,
Quizá así tu vuelo sea más propio.
Y es que soy diablo viejo y mis alas ya no
tienen plumas.
Son de cuero ardiente, sanado en cicatrices…
Y el vértigo es ya sólo un mal recuerdo,
Falta no más una maniobra de tus labios para
corregir el viraje de mis caídas falsas…
Te lo pido, déjame cantar fuerte, muy
fuerte, déjame alabar tu vuelo hermoso,
Déjame halagar la soltura de tus juegos
aéreos,
Déjame sufrirte, no estoy incómodo con ello…
Pues la vida es el sufrir de cada sacro
orgasmo.
Soltemos las carcajadas, que el cielo es
eterno y no hay final cierto.
Sí, soy demonio obstinado, pero soy tu
demonio, tu mancebo.
Andrés. El B. de G.
TU DEVOTO
TU DEVOTO
Bello este pedido a gritos por seguir sufriendo por amor. El dolor lava toda la tristeza...Bellas letras, como siempre...Besos...Any
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