lunes, 9 de enero de 2012

Yo tuyo

Quiero confesarte, niño encanto, que el hombre que te ama no es uno, sino muchos, y todos, a manos desnudas, entre mis carnes, se matan entre ellos todo al tiempo reclamando la acción, para ser quien te acaricie la sonrisa con delicados mordiscos, quien se contorsione en los aires de tu vaivén, quien pueda llamarse a cada instante tuyo. 

Andrés B. Grenouille

1 comentario:

  1. ¡Oh! querido amigo poeta, la elección del ser amado y el consumar su amor sagrado es una muestra de Dios mismo sobre los hombres...No la dejes pasar a tu lado...Bebe cada gota de su milagro antes de que siga su curso por el río de la vida...Bellas letras las tuyas...Besitos...Any

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