lunes, 9 de noviembre de 2009

El veredicto de un colombiano exhausto...

Culpable

Esta tierra quema mis pies desde que nací

Y la gente me escupe la cara cada vez que se las muestro.

Cuando les hablo de lo que vi en sus rostros

Se cubren los oídos y se sueltan a reír

Esa risa nerviosa...

Aquí no hay pueblo ni consciencia,

Hay sordos acentos y números mudos.


No culpo a los escapistas que engrosan sus filas cada día

Y tampoco puedo culpar al desposeído y su puñal furioso.

Ni siquiera culparé a los poderosos, pues hace tanto que están enfermos

Que ya no hay cura, ni voluntad.

Sus europeizados zombies llevan de alma una gorda cartera,

Llena de banderas, modales y demás babosadas,

Son el problema y es pertinente su fin.

Pero si he de culpar a alguien, me culpo a mí,

Pues entre puños y tiros, entre insultos y canibalismos,

Alguna vez canté ese infecto himno…

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